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Varios antropólogos citan al oso como una de las primeras criaturas veneradas por los primeros humanos.
Considerados con admiración y miedo a partes iguales, los nativos americanos creen que el Gran Espíritu habita dentro del oso, la encarnación de la valentía y la sanación profunda.
La tradición nativa popular considera al oso como el protector sagrado de Occidente, mientras que los antiguos griegos dedicaron la constelación de Ursus Major a La Osa Mayor.
Debido a su naturaleza ferozmente protectora y los ritmos naturales de hibernación en el invierno y el despertar oportuno de la primavera, el oso ha llegado a representar una conexión poderosa con las fuerzas de la tierra. Y así como la muerte es tan natural como el nacimiento, muchos han adoptado el tatuaje del cráneo de oso como un tótem de fuerza tanto en la vida como en la muerte.
A menudo usado por almas solitarias con un sentido inquebrantable del deber social y el orgullo ancestral, sin importar de dónde provengan, el tatuaje del cráneo de oso puede ser tan ornamentado o simple como lo desee el usuario. Entintado con trazos atrevidos en blanco y negro o adornado con plumas, guirnaldas e inscripciones de colores brillantes.
No existe una forma correcta o incorrecta de honrar este símbolo sobrecogedor tanto de la sabiduría antigua como de la fuerza inherente que todos los hombres poseen en su interior.
