¿Por qué me siento mal después de hacer ejercicio?

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A veces, es normal sentirse mareado y con náuseas después de hacer ejercicio o durante los ejercicios. Ciertos ejercicios del campo de entrenamiento hacen que sentirse enfermo sea una parte común del entrenamiento serio debido a su naturaleza dura.

Si experimenta tales náuseas después de entrenamientos desafiantes, no se preocupe, hay muchos como usted.

Esto puede quitarle el orgullo que siente después de trabajar tan duro para tonificar sus músculos. Numerosas razones a menudo conducen al sentimiento.

Sin embargo, hay cosas que debe saber acerca de sentirse enfermo después de los entrenamientos y cómo debe responder.

1. Lo que come antes y después del ejercicio es importante

Llegar al gimnasio cuando esté lleno e hidratado es importante.

Sin embargo, lo que come puede desencadenar la sensación de náuseas durante o poco después del ejercicio. Cuando come demasiado y realiza entrenamientos de alta intensidad, su cuerpo no podrá digerir los alimentos de manera óptima.

Sin embargo, eso no indica que no debas comer antes de llegar al gimnasio. Para evitar las náuseas inducidas por el ejercicio, asegúrese de planificar y organizar su tiempo. Sus entrenamientos deben caer entre una hora y media y tres horas después de sus comidas normales. Además, asegúrese de que su comida esté llena de carbohidratos y proteínas.

Si se está preparando para entrenamientos de alta intensidad, las proteínas y los carbohidratos desempeñarán un papel importante para alimentar su cuerpo durante todo el período. También debe evitar o minimizar las comidas con alto contenido de grasa. Aunque las grasas saludables pueden mantenerte lleno por mucho tiempo, las comidas ricas en grasas no son las mejores. Cuanto más grasa se asiente en el estómago, más tiempo necesitará para digerirla.

2. Su tracto digestivo experimenta una breve distracción

Su cuerpo tiende a suministrar sangre en varias secciones en función de la demanda o la actividad que realizan las partes. Durante un entrenamiento duro, se suministra más sangre a los músculos para garantizar que obtengan los niveles adecuados de oxígeno y nutrientes.

Cuando el suministro cambia de dirección, deja poca sangre para la circulación en los intestinos y el estómago. El escaso suministro dificulta la digestión de los alimentos, lo que provoca reacciones de vómitos o náuseas.

Esta sensación empeora con diferentes entrenamientos. Algunos entrenamientos requerirán toneladas de flujo sanguíneo adicionales que otros. Por ejemplo, el día que ejercite sus piernas lo dejará más propenso a las náuseas que cuando ejercita los bíceps.

Si también realiza entrenamientos intensos para todo el cuerpo, es probable que corra el riesgo de sentirse enfermo. Todos los músculos del cuerpo requerirán suficiente flujo sanguíneo para sostener los ejercicios. Por lo tanto, es importante que equilibre el entrenamiento de todo el cuerpo centrándose en áreas específicas de intensidad.

Si tiene la intención de hacer algunos entrenamientos tremendamente duros para la parte inferior del cuerpo, sea suave con la parte superior del cuerpo para permitir suficiente suministro de sangre.

3. Ejercer más que el estándar normal

Mientras estás en el gimnasio, es genial desafiarte a ti mismo de vez en cuando. Sin embargo, si acepta un desafío para el que no está preparado, podría obtener una multa directa por enfermedad.

Esto se debe a que su cuerpo no puede manejar la acumulación de metabolitos, que ocurre como resultado del empuje extra fuerte.

Los músculos requieren suministro de oxígeno en función del trabajo que realizan. Si involucra a su cuerpo en entrenamientos de alta intensidad por primera vez, será imposible igualar la demanda de oxígeno con la intensidad del ejercicio después de cierto punto. Esto conduce a una acumulación de desechos metabólicos como dióxido de carbono, iones de hidrógeno y ácido láctico en el cuerpo.

Los desechos provocan la sensación de ardor en los músculos, especialmente durante los entrenamientos. Su acumulación también aumenta la acidez del cuerpo y crea un ambiente tóxico, que puede hacer que experimente un estado temporal de enfermedad y náuseas.

Independientemente del nivel de condición física en el que se encuentre, puede experimentar este problema. Sin embargo, es probable que sienta sus efectos cuando involucre a su cuerpo en entrenamientos a los que no está acostumbrado. Si experimenta la sensación con más frecuencia después de los entrenamientos, existe la posibilidad de que se esté exagerando.

Por lo tanto, debe comenzar a proporcionar un estímulo intenso sin destruir su cuerpo en el proceso. Además, esta no es una razón para preocuparse, ya que la acumulación metabólica eventualmente se desvanecerá a medida que complete el ejercicio.

4. Qué puede hacer para reducir las náuseas inducidas por el ejercicio

Si se siente mal, hay algunas cosas que puede hacer para asegurarse de sentirse mejor en poco tiempo. Lo primero que debe hacer es reducir la velocidad. Camina despacio.

Ésta es una de las cosas más importantes que puede hacer para minimizar los sentimientos de enfermedad. También debe intentar acostarse en el suelo con las piernas elevadas. Esto ayuda a redirigir su sangre a su corazón y tracto digestivo.

También debe considerar tomar bebidas deportivas. Tienen una gran cantidad de azúcar y te ayudarán a recuperar la glucosa que has perdido durante los entrenamientos, reduciendo así la sensación de enfermedad. Estos líquidos contienen carbohidratos fáciles de digerir que son de gran ayuda en el proceso de vaciado gástrico, lo que mantiene alejados los malos sentimientos. También debe asegurarse de no participar en entrenamientos intensos con el estómago vacío.

Internet le dirá que sus músculos centrales se fortalecen si realiza sus entrenamientos temprano en la mañana y con el estómago vacío. Nada mas lejos de la verdad. Debido a que no tiene depósitos de grasa importantes, su cuerpo necesitará producir energía para poder participar en los entrenamientos con éxito. Esto significa que necesita comer una comida rica en energía. Sin embargo, no te dejes llevar.

5. Conclusión

Debe comprender que sentirse enfermo después de hacer ejercicio es terrible. Si se trata de una respuesta leve a moderada al entrenamiento, probablemente no sea nada de lo que deba preocuparse, especialmente si se detiene después de 60 minutos.

En caso de que dure más que eso y continúe sucediendo, es posible que desee que un médico lo revise. Esto ayudará a descartar la posibilidad de que existan otras condiciones de salud al acecho.

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